Anoche, mientras me preparaba para descansar, tras una larga jornada de autoexplotación inducida por la necesidad de supervivencia, recibí un mensaje vía twitter que casi llevaba dos años esperando. Pedro Jiménez de ZEMOS98, me informaba de que hoy se anunciaría el final del festival que durante 17 años, ha llenado mi cabeza de contenidos interesantes, nuevo vocabulario y ganas de compartir. Tras una primera sensación de pérdida, de pena por ver cómo nuevamente el sistema que nos domina consigue doblegar un proyecto de las características de ZEMOS98: social, educativo, tecnológico, audiovisual, colectivo, de análisis y pensamiento, enriquecedor, me alegré por ellos, no ya como profesionales, si no como seres humanos que han aportado todo lo que podían a su entorno a través de este formato de festival. Ojo!, que ZEMOS98 como colectivo no desaparece, se reinventa. Este año será la última edición del festival, la número 17, que tendrá lugar del 15 al 18 de abril en Sevilla.
Foto: Julio Albarrán. Piñata ZEMOS98 en Música en la pradera en 2014.
¿Por qué se van? ¿Cómo es que lo dejan? ¿Pero ellos no tenían apoyo de la Junta? Preguntas que se repetirán durante el día de hoy, y que como es habitual en el caso de ZEMOS98, tienen respuesta. En este link podéis leer la carta que ha escrito el colectivo, dónde no sólo explican sus motivos, además aportan datos que, una vez más, deberían servirnos para analizar, repensar y plantear qué política cultural necesitamos. Despedirse abriendo un tema de debate, siendo fieles a su naturaleza.
Sorprendente comprobar la evolución de la financiación del festival a lo largo de los últimos años, de los 210.000€ en 2008 a los 50.000€ de la edición 2015. Más sorprendente aún la capacidad del equipo para levantar un encuentro con las características de ZEMOS98 y no sólo generar empleo con el aporte de capital público, si no devolver a la sociedad lo investigado, lo aprendido, a través del dominio público, las licencias copyleft, vídeos, textos, edición de libros,…Si algo admiro de esta pandilla es su capacidad de trabajo, análisis y autocrítica. También su apuesta por compartir, el conocimiento, las herramientas, las inquietudes. Sus ganas de trabajar en sintonía con el entorno en el que habitan. Su paciencia infinita.
No se van, se quedan. Se quedan a seguir luchando desde otros terrenos, en otros aspectos, manteniendo esa filosofía que los ha llevado a organizar 17 citas del festival, pero se liberan. Se liberan de lo público como ancla financiera. Rompen su propio sueño para seguir planeando debates con respecto a las políticas culturales, a la continuidad de propuestas como la suya. Puede que a algunos esta decisión les parezca una derrota, a mi misma me lo pareció la primera vez que Felipe me escribió contándome la posibilidad real de que no volviese a celebrarse el festival. Sin embargo, más que una derrota es un triunfo de la necesidad de hacer las cosas bien, de la importancia de trabajar codo a codo, sobre todo cuando se está gastando dinero público; pero también, es un grito de desesperación que comparten la mayoría de los proyectos culturales que existen en Andalucía. Es importante señalar, que en el espectro de citas culturales, ZEMOS98 es, con diferencia, la propuesta más abierta, participativa y transparente que ha existido en nuestra comunidad. Una transparencia y conectividad que ha estado patente desde el primer día.
Prestar atención a una reclamación económica, obviando el resto del discurso de las personas que forman ZEMOS98, no sería justo, ni lógico. Primero por su propia naturaleza, en la que el análisis y la autocrítica están presentes; y segundo, por la cantidad de contenidos, líneas de pensamiento, propuestas y formas de hacer que han planteado en estos 17 años.
Me acuerdo del copylove y la inteligencia colectiva.
Me acuerdo de 1984.
Me acuerdo del programa de radio en directo sobre proyectos copyleft.
Me acuerdo de Wildworking de Fiera.
Me acuerdo de Dj Spooky y Cold Cut.
Me acuerdo de Israel Galván.
Me acuerdo del Código Fuente Audiovisual de Querido Antonio, Miguel Ángel Blanca, Daniel Alonso, Marina Garcés,…
Me acuerdo de compartir café y wifi.
Me acuerdo del bocadillo de tortilla con Benito.
Me acuerdo de Fluzo en los conciertos domésticos.
Me acuerdo de Julio correteando para descargar fotos.
Me acuerdo de Juan, el solucionador tecnológico.
Me acuerdo de Txelu y sus maravillosos gráficos en directo.
Me acuerdo de Aaaaigggghh Macarena.
Me acuerdo de Antropoloops y el Ultrashow.
Me acuerdo de cuando había que salir de Sevilla para ver cosas interesantes.
Me acuerdo del me acuerdo.
Me acuerdo de tantas cosas, que harían falta un mínimo de 17 post para recorrer los caminos que han abierto, la capacidad que han demostrado para poner a Sevilla en el centro de ese universo del conocimiento en el que habitan, habitamos y seguiremos habitando, aunque las instituciones no sean capaces de ver más allá de sus tristes números, sus convenios y sus intervenciones.
Larga vida a ZEMOS98, que el copylove nos acompañe.